© Juanca Romero Hasmen
Pocas veces tenemos la fortuna de encontrarnos en el camino con viajeros de verdad, de los que llenan sus botas de polvo y enriquecen sus cuadernos de notas con las vivencias de los testigos y las suyas propias. Uno de estos hombres sin fronteras es Pablo Villarrubia Mauso, conocido reportero del programa televisivo Cuarto Milenio y un viajero incansable. A sus espaldas lleva una mochila con miles de kilómetros recorridos y expedientes de alrededor de 40 países, en los que ha indagado sobre sus misterios, antiguas civilizaciones, y ha convivido con los indígenas de lugares remotos… RUMBO A LO DESCONOCIDO es el libro que ahora publica bajo el sello de editorial Odeón, un libro de auténtico lujo en el que podremos encontrar las experiencias de toda una vida dedicada a la investigación. Con Villarrubia he tenido la oportunidad de charlar largo y tendido esta misma semana.
¿Lo insólito se presenta en cualquier rincón del planeta? -Por supuesto. Lo importante es la mirada, el saber preguntar y, especialmente, la curiosidad que te lleva a buscar el misterio de la vida en todos los sentidos.
¿La interpretación de un enigma, está inevitablemente sujeta a las sensaciones de quien lo experimenta? -Lo subjetivo juega un papel importante cuando se está de cara a lo «desconocido» pero estas sensaciones están sujetas a toda la carga, a todo el aprendizaje que llevas dentro. Lo importante es buscar un equilibrio entre el conocimiento racional y el que se adquiere por las sensaciones que cada uno experimenta.
RUMBO A LO DECONOCIDO, ¿mucho más que un libro? – Es más que un bonito libro repleto de fotos en colores -todo un lujo hoy por hoy para un autor- es el resultado de muchos años viajando por el mundo, en este caso, 8 países seleccionados, de Asia, Europa, África y América. En cada continente nos encontramos con situaciones que jamás yo supondría que viviría. ¿Un ejemplo? Un ritual de djambi en el archipiélago africano de Sao Tomé y Príncipe destinado a espantar a los malos espíritus y atraer los buenos. Toda una experiencia…
¿Sería acertado decir que estamos frente a un libro puramente vivencial? – En parte sí, pues se trata de contar lo que he visto en varios rincones del mundo, en selvas, desiertos de arena y sal, estepas y montañas. Pero recojo entrevistas a los nativos, lugareños, las opiniones de expertos en antropología, arqueólogos, etc., para poder ubicar al lector en cada tema.

¿Cuántos años de trabajo repartidos en las 284 páginas del libro? – En realidad es el trabajo de toda una vida, pero se concentra en los últimos 12 años de viajes, donde el bagaje anterior adquirido en otras expediciones cuenta mucho. En los años 90, viajé por casi toda América, especialmente Brasil, mi tierra, que evocó el capítulo dedicado al estado de Mato Grosso donde desapareció el coronel británico Percy Fawcett sobre el cual van a sacar, en breve, una película producida por Brad Pitt. Allí encontré vestigios de antiguas civilizaciones, como un observatorio astronómico de piedra.
En este fantástico libro haces un recorrido por diferentes continentes. Imagino que la tarea de seleccionar temas debió ser intensa, ¿verdad? -Por suerte tengo mucho material de los viajes, muchas fotos, entrevistas grabadas, apuntes, libros raros, etc. Pero al final tienes que decidirte y te cuesta, especialmente, desechar ésta u otra fotografía…
¿De verdad podemos aseverar que civilizaciones muy anteriores a la nuestra tuvieron los conocimientos suficientes para interpretar la bóveda celeste con técnicas astronómicas? -No cabe duda, como dije, los «astrónomos» del antiguo Mato Grosso crearon una «casa de piedra» con un nicho de 3 metros de diámetro en cuyo interior pintaron soles, lunas, estrellas. Algunos agujeros en sus paredes proyectan la luz de algunos astros en determinadas épocas del año sobre las pinturas. En Armenia se encuentra el observatorio astronómico más antiguo del mundo, más de 7.500 años, más antiguo más grande que Stonehenge, por ejemplo.
¿Qué opinión tienes sobre la posibilidad de que algún tipo de vida extraterrestre haya podido interactuar con estas civilizaciones? -Quizá en alguno ocasión, pero pocas, no tantas como se decía en la época de los libros de Erich von Däniken. Creo que al igual que hoy vemos Ovnis, nuestros antepasados también los veían y les intrigaba tanto como a nosotros. Creo, más bien, que estos hombres dejaron reflejado en el arte rupestre estas apariciones.
Miles de kilómetros recorriendo más de 40 países, y conviviendo con indígenas y bebiendo de su acervo cultural. ¿Cuánto más descubres, más desconoces? – Es lo que decía sobre el ritual del Djambi de África. Desconocía su existencia hasta llegar allí. Luego un antropólogo holandés me pidió imágenes de video del ritual donde la gente, en trance, come fuego, se arroja a las llamas, se lanza contra las paredes: no existían imágenes bien grabadas de este ritual…tremendo. O las gigantescas «dagobas» de Sri Lanka, los mayores monumentos de la antigua humanidad después de las pirámides de Egipto: confieso que antes de viajar allí ni sabía que existían…
Permíteme, aunque sea a modo telegráfico, que te hagas algunas preguntas más. ¿Cuál es el estado de salud de la investigación sobre enigmas y misterios en nuestro país? – Bien, muy bien. España es uno de los pocos países del mundo donde hay muy buenos investigadores de misterios.
¿Y el electrocardiograma de la divulgación de estos temas? – Hay toda una legión de escritores, periodistas, programas de radio y de televisión, incluido «Cuarto Milenio» para el cual trabajo desde hace 11 años.
¿El gran fraude a nivel mundial? – El de la supuesta momia extraterrestre de Roswell: patético.
Y poniéndotelo más difícil… ¿El Misterio de los misterios? – Los Ovnis y su (s) origen (enes).
Entro en una librería y me veo cautivado por la excelente presentación de RUMBO A LO DESCONOCIDO, viaje a las fronteras de lo insólito. ¿Qué voy a encontrar entre sus páginas? – Recorridos repletos de misterios y colores en Bolivia, Camerún, Sri Lanka, Venezuela, Sao Tomé e Príncipe, Altai, Brasil y Armenia pero también conexiones de estos misterios arqueológicos, antropológicos con otros de todo el planeta.